No sé cómo empezar esto, estoy hace dos horas con el papel delante de mí y no puedo escribir nada.
Pasó, simplemente pasó, sé que no me quieres contestar el teléfono y mucho menos me quieres ver, pero tengo derecho a un par de minutos para poder explicarte lo que realmente pasó.
Tú me conoces, y por eso me jode que me hagas esto. Sólo quiero que entiendas que necesito hablar contigo, sólo quiero que me escuches a mí y no al resto del mundo, yo nunca te haría daño.
Lo demás no se podía leer porque Claudia había quemado el resto de la carta y se la había regresado con todas las cartas de amor que él le hacía cada vez que la extrañaba.
Con la carta en las manos, él quiso correr a su casa y rogarle para que hablen, aunque sabía que ella no lo iba a atender.
Pasó, simplemente pasó, sé que no me quieres contestar el teléfono y mucho menos me quieres ver, pero tengo derecho a un par de minutos para poder explicarte lo que realmente pasó.
Tú me conoces, y por eso me jode que me hagas esto. Sólo quiero que entiendas que necesito hablar contigo, sólo quiero que me escuches a mí y no al resto del mundo, yo nunca te haría daño.
Lo demás no se podía leer porque Claudia había quemado el resto de la carta y se la había regresado con todas las cartas de amor que él le hacía cada vez que la extrañaba.
Con la carta en las manos, él quiso correr a su casa y rogarle para que hablen, aunque sabía que ella no lo iba a atender.
Esa noche fue muy larga, él quiso retroceder el tiempo para no haberlo hecho.
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